Mi primer día en Bachillerato

Después de un corto verano de salir mucho y estudiar poco llegó el día, mi primer día de bachillerato. En el bus de camino a clase he de admitir que me puse un poco nerviosa y mi mente se colapsó de preguntas como “¿qué clase me tocará?”, ”¿será tan duro como dicen?”, “¿estaré con mis amigos de la ESO?”, “¿habrá mucha gente nueva?”, además no iba muy contenta ya que mi mejor amiga se había cambiado de centro y no íbamos a poder vivir esta etapa de la misma manera. Sin darme cuenta ya estaba entrando por el colegio, donde me reuní con mis amigos y fuimos ilusionados a mirar las listas, la ilusión desapareció rápidamente cuando a todos les había tocado juntos y a mí en una clase sola, o esa era mi impresión. Al subir a clase me llevé una grata sorpresa ya que estaba muy agusto, aunque no fueran mis amigos de siempre había gente con la que tenía confianza y no tardé en hablar con la gente nueva, la cuál era la mitad de la clase y eran muy agradables. Una de las cosas que más me gustó de la clase fue que éramos muy pocos, y me llamó mucho la atención que fuéramos 1CD y no 1C o 1D, era extraño. Más tarde entró el tutor al aula y nos explicó como iba a ir todo y los horarios, cosa que me llamó la atención ya que unos días entrábamos antes y otros después, además él me inspiró confianza y ganas para afrontar esta etapa. Recuerdo, que al salir no tardé ni dos minutos en llamar a mi mejor amiga y contarla todo, estaba muy contenta y con ganas de empezar ya que me llevé muy buenas impresiones.